No más años que pasan, hay tradiciones que no cambian. El Emperador Bombom es un ejemplo perfecto de esto. Un chocolate fino y elegante, con un sabor que se conserva en nuestras vidas durante décadas, estando disponible en dos hilos: chocolate con leche y chocolate negro. Es emperador y, por lo tanto, se corona el maravilloso mundo de la chocolatería portuguesa.
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No más años que pasan, hay tradiciones que no cambian. El Emperador Bombom es un ejemplo perfecto de esto. Un chocolate fino y elegante, con un sabor que se conserva en nuestras vidas durante décadas, estando disponible en dos hilos: chocolate con leche y chocolate negro. Es emperador y, por lo tanto, se corona el maravilloso mundo de la chocolatería portuguesa.
No más años que pasan, hay tradiciones que no cambian. El Emperador Bombom es un ejemplo perfecto de esto. Un chocolate fino y elegante, con un sabor que se conserva en nuestras vidas durante décadas, estando disponible en dos hilos: chocolate con leche y chocolate negro. Es emperador y, por lo tanto, se corona el maravilloso mundo de la chocolatería portuguesa.
